Queda inaugurado este jardín digital

Me apetece escribir sin demasiado follón. Ya tengo bastantes menús, lucecitas y monsergas en mi trabajo.

También me apetece tener mis contenidos a mano. Guardados en archivos de texto plano que pueda editar fácilmente, sin conexión incluso. Y que pueda publicar sin gastar 50 megas de datos como cada vez que abro el Outlook.

Este minimalismo me va a venir de perlas en mis numerosos viajes en tren.

Por otra parte, quiero ser dueño de mis viejos y acartonados archivos markdown. Será que me estoy haciendo viejo, o quizá que el riesgo de que un billonario pasado de ketamina compre Wordpress y me borre 16 años de artículos (véase aquí o aquí) es más real que nunca.

Seguiré escribiendo, como suelo, en diferentes medios, pero mi idea es centralizar todo aquí.

Si me sigues por RSS (cosa que puedes hacer aquí), es posible que el feed te dé algún falso positivo estos días. Te ruego paciencia. Por cierto, te agradezco un silbidito si lo haces, que no tengo la más remota idea de si me lee alguien.

¡Blogueemos como si fuera 2008!

En los próximos días contaré por qué he elegido Pelican y cómo lo he configurado. ¡Más que nada para que no se me olvide! Y si resulta que le interesa a alguien más... pues genial.

Recuperemos el espíritu de la edad dorada de Internet. ¡Blogueemos como si fuera 2008!, aunque no nos lea nadie más que las inteligencias artificiales.