La concentración

Posted on Mon 12 May 2025 in Blog

Mi principal herramienta de trabajo es un ordenador. Después de mi cabeza, claro.

Steve Jobs decía que un ordenador es a tu cerebro lo que una bicicleta a tus piernas (probablemente la única idea que me gusta de este flipado). Lo es, o debería serlo.

Herramientas anti-concentración

Si trabajas con un ordenador (cosa estadísticamente muy probable), habrás notado que cada vez es más difícil esquivar las apps llenas de lucecitas, notificaciones y otras gilipolleces.

Atrás quedan los tiempos en los que nos irritaba el clip de Microsoft Word y su invariable pregunta: "parece que estás escribiendo una carta, ¿te ayudo?". Hoy en día el puto clip nos parecería un ejemplo de discreción y elegancia.

Tengo la enorme suerte de trabajar en un centro en el que se nos permite usar las herramientas de nuestra elección1. Lo primero que hice con mi ordenador institucional fue instalar Ubuntu y relegar el Windows que traía de fábrica a una máquina virtual. Lo abro de cuándo en cuándo, tan sólo para horrorizarme con cómo, cuál mal compañero de piso, va llenando mi escritorio con su basura. Ahora también con inteligencia artificial, claro.

Aún así, para temas de gestión nos han comprado licencias de Microsoft Office. Lo único bueno que puedo decir es que gracias a la versión web no necesito instalarlo. Ah, y algo bastante inusual: tras todos estos años por fin he conocido a una persona que sabe usar Word como es debido.

Los fanboys

Hace poco tuve una revelación. Toda esa gente a la que le parece normal, o incluso deseable, que tu editor de texto te pegue la chapa mientras estás escribiendo, seguramente no ha estado concentrada jamás. No sé cómo se las han apañado, pero tengo cero dudas. La concentración no la conocen y, por lo tanto, no la echan de menos.

Son los mismos que consideran que convocarte para una reunión de media hora te va a tomar media hora y ni un minuto más, pues es lo que les toma a ellos (que ni van a preparar una agenda ni van a hacer absolutamente nada con lo que se trate en la reunión una vez esta acabe).

El súperpoder del siglo XXI

Se dice que concentración será el súperpoder del siglo XXI. No sé si será cierto o no. Los bullshit jobs (David Graeber dixit) siguen al alza y con mejor salud que nunca.

Espérate que la capacidad de concentración no acabe convirtiéndose en un estigma. En una "virtud" que sólo sirva para que te endilguen marrones.


  1. También he pasado, de refilón, por instituciones de investigación que obligaban a sus empleados a utilizar una versión de Windows personalizada ad hoc, y además tan mal que: 1. no funcionaba fuera del edificio, ni siquiera conectándose con una VPN y 2. Microsoft se negaba a hacer valer la garantía aduciendo que esa chapuza no la habían perpetrado ellos. Instituciones que priorizan tanto la ciberseguridad que están a sólo un paso de no dejarte encender el ordenador.